La pata de gallo o pied de poule es un print que se caracteriza por la repetición de figuras geométricas de cuatro puntas que se asemeja a la pisada de un gallo en blanco y negro, de ahí su nombre tan peculiar.
Casi siempre asociado al tweed, el estampado ha sido un motivo recurrente entre la realeza. Su historia comienza en los tradicionales tejidos de lana escoceses, pero la aristocracia inglesa fue la encargada de popularizarlo. El Príncipe de Gales, hijo de la Reina Victoria, adoptó este tejido transformándolo en sinónimo de la elegancia masculina del siglo XIX.
Cocó Chanel fue quién lo introdujo en la moda femenina en los años 20s y más adelante Christian Dior en los 50s. En la década de los sesenta el tejido formó parte del look go gó combinado en suéteres y minifaldas con botas altas. Pero definitivamente quién lo convirtió en un clásico fue Lady Di en los años 80s.
Aquí te dejamos nuestras propuestas sobre cómo integrar este print imprescindible en tu look:
Total Look
Un outfit de pata de gallo de pies a cabeza es siempre buena idea. Puedes utilizar un set con el estampado en ambas prendas o si quieres divertirte un poco con las texturas puedes hacer un mix&match combinando dos prints de diferentes escalas, un blazer con un print XXL y una falda lápiz con un print mini. Agrega un acento de color con accesorios en colores contrastantes como amarillo, fucsia, violeta, verde o rojo.
Chaleco
Cárdigan
El cárdigan es la pieza ideal de entretiempo, lo puedes usar todo el año, en verano con una blusa lencera y jeans o una mini falda. En invierno agrega un cuello de tortuga abajo y una falda o pantalones de faux leather serán un acierto.
El patrón de pata de gallo es y será siempre un print clásico y atemporal por su capacidad de adaptarse a cualquier escenario y a cualquier personalidad, combínalo a tu manera y dale tu toque personal, recuerda moda es lo que compramos y estilo es lo que tú haces con ello, y el estilo siempre estará en tendencia.
Melissa Mayorga